lunes, 7 de marzo de 2011

TTMH2/ NIGHT PASSAGE.

2004. NIGHT PASSAGE. TRINH.T.MINH-HA.




El video tiende a anular la ficción. Night Passage busca analizarla, acariciarla. Esta es una de las razones por la cuál la obra de ficción de la documentalista Trinh T Minh-Ha no termina de satisfacer lo que propone ser.


El video, es una superficie plana. Tal ves demasiado. Capaz de aplanar lo que tiene dentro de sí. En tanto textura, en tanto complejidad, en tanto profundidad. La búsqueda ficcional se anula. La creación de una ficción creíble es mucho más difícil, y de haber considerado estos elementos quizás el interés del público hacia el contenido sería más intenso. De igual manera, siento que la poética sonora
que intenta transmitir al utilizar ritmos globales y sonidos electro acústicos, no termina por definir su relación con el material video gráfico. Aunque cuenta, como toda la obra de Trinh, con varios momentos de gloriosa armonía, puede caer repetidamente en silencios audiovisuales. Es decir, la imagen y la pista de audio no parecieran las adecuadas la una para la otra, y esto genera una ruptura en la atención. Un silencio en el recorrido audiovisual.

La casa de los Inmortales, el lugar donde las imágenes perduran, pareciera ser el lugar a donde todo lleva. Me parece una visita bien intencionada, pero un poco irónica. Su sencillez, su imagen videográfica, una vez más parecieran burlarse de sus contenidos, en vez de resaltarlos. Es el problema de creer que puede uno hacer la ficción como si fuera documental, debemos comprender que aunque al final del día la ficción es documental, y viceversa; empíricamente, los procesos de creación de ambas manifestaciones constan de sus elementos favorables, y elementos desfavorables.

En este largometraje, Trinh, se enfocará en la constante lucha que representa el curso de la vida. El subir, y el bajar. Ser y no ser. Estar y no estar.
Manifiesta su búsqueda personal, y su pérdida, a partir del movimiento del tren. Un lugar común en el cine, que cada ves que se visita, se siente más lejano, más desgastado. Tres personajes se hallarán a sí mismos en situaciones irreales, mágicas, poéticas, que los llevarán a abstraer conocimiento sobre sus propias vidas, sus propias formas de experimentar la vida. Pero todo esto, siendo la tradición de Minh-ha, se trata a manera de sueño. Al parecer el relacionarse directamente con las cosas le cuesta, y es por eso que decide, y prefiere hablar cerca de ellas. Como si el camino de la vida fuera poco más que un sueño. Su poética somnífera me parece agradable, pero no lo suficientemente entrañable, menos si el tema central es la Vida misma.

DMT.

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